El fútbol muchas veces suele ser injusto, el merito muchas veces no se refleja en el marcador y eso le sucedió a la “Vinotinto” en semifinales. Venezuela fue sumamente superior en los 120 minutos de juego ante los paraguayos, con cátedra de fútbol ofensivo y defensivo, con un equilibrio casi perfecto pero en el que solo falto la puntada final.
El primer tiempo del partido fue bastante parejo, con Venezuela quizás creciendo a medida que el partido se fue desarrollando y encerrando cada vez más a Paraguay en su campo, cortando conexiones y circuitos que hubiesen permitido a los paraguayos poder generar fútbol ofensivo y hacer daño.
El segundo tiempo comenzó con otro ritmo, los venezolanos terminaron de encerrar a los paraguayos y generaron numerosas oportunidades, la tenencia de la pelota, las jugadas a pelota parada, todo era para Venezuela, quien quería “matar” el partido en los 90 minutos.
El tiempo extra pasaría con ataques avasallantes de Venezuela, chocando con Villar y los palos. Venezuela puso todo en la cancha pero no pudo evitar la lotería de los penales. Partido calcado al Brasil – Paraguay donde los de Meneses dieron un repaso futbolístico a los de Martino pero que se definió también injustamente para los paraguayos.
La tanda de penales clasificaría a los paraguayos, quienes anotarían todos sus penales y tendrían a Villar nuevamente como héroe. El guardameta paraguayo le detuvo el penal a Franklin Lucena y decidiría todo. Ahora Paraguay disputara la final frente a Uruguay quien accedió ganándole a los peruanos que disputaran el tercer puesto con Venezuela el sábado 23 de julio, la final por su parte se disputa el domingo 24.
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