martes, 26 de julio de 2011

VENEZUELA ES VINOTINTO

Por: Dalmiro Bravo. Twitter: @bravodal
Un grupo de hombres que logró vestir a todos con una sola camiseta y contagiar con su juego el ambiente que respiraba la gente en las calles, las plazas, las escuelas, los lugares de trabajo, también hizo recordar características importantes del venezolano: luchador incansable, gran compañero, alegre, optimista, enérgico y siempre buscando ser el mejor.
Contra Brasil jugamos con la consigna de: “NO PERDER”, necesariamente ese primer acto debíamos enfrentarlo con la idea de no caer derrotados. Se observaron atacantes y mediocampistas cumpliendo funciones defensivas, cumpliendo roles de destrucción de juego al rival, funcionando como elementos de desgaste para el contrario. Y la tarea fue cumplida.
Seguidamente ante Ecuador el planteamiento táctico seguía siendo jugar “a no perder” y se le sumó una asignación más aprovechar los espacios y disparar desde afuera del área. El ensayo de Farías rindió sus frutos y desde la frontera rival apareció un misil cortesía de César “Maestrico” González, suficiente para asombrar al portero contrincante y sumar los tres puntos, para convertirse en Líder de Grupo.
El último compromiso de la ronda previa llegaba con desesperación para el rival en cambio a la vinotinto sólo le bastaba empatar. Para Venezuela era la oportunidad de demostrar que lo ocurrido hasta ese momento no era casualidad y tampoco suerte sino más bien el resultado de un trabajo bien planificado. Salomón Rondón golpearía primero el ánimo de los defensores del Chaco.
Sin embargo, ya en el complemento nos superarían y hasta las postrimerías del partido nos tendrían contra la pared con marcador 3-1, faltando casi 5 minutos para el final se concretó una jugada de gol por parte de Miku Fedor, lo que permitió a los legionarios recurrir al orgullo para buscar un empate que llegó a los dos minutos del agregado, gracias a un doble cabezazo dentro del área protagonizado por el Arquero Renny Vega y el maracucho Grenddy Perozo.
El sueño de semifinales se cristalizaría gracias a la victoria ante Chile por 2-1 y a la destacada participación de Oswaldo Vizcarrondo y Gabriel Cichero en el marcador. Ahora Venezuela pasó a integrar el selecto grupo de los cuatro mejores de América.
La final estaba a un paso, había que derrotar a un viejo conocido de la Copa; Paraguay, ellos tácticamente se cerraron atrás y con un poco de fortuna gracias a los palos de su arco, forzaron la definición desde los doce pasos. Hasta allí se escribió nuestra historia en la Copa América 2011. Un arranque inicial de cara a las próximas eliminatorias mundialistas. Un esfuerzo que se ve recompensado en el RANKING FIFA ubicándonos en el puesto 40, luego de haber escalado 34 puestos.
Vinotinto es el color con el cual se pintó un país durante los 24 días en los cuales se desarrollaba el torneo de fútbol más antiguo de América, en ese tiempo los casi 30 millones de venezolanos se postraron frente al televisor para alimentar un sueño, ligar un resultado y disfrutar del mejor desempeño mostrado por una selección de mayores. Gracias muchachos! Ojalá esa alegría se traslade al Torneo Local Venezolano.

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